Un importante actor de la agroindustria mundial, con más de 15.000 empleados y operaciones en más de 160 países, Yara Brasil buscó a Correas Mercurio con un objetivo muy específico: solucionar el problema de un importante transportador.
Responsable por el flujo de producción de la Unidad Yara RIG1, ubicada en la ciudad de Rio Grande, Rio Grande do Sul, la correa transportadora del equipo en cuestión sufrió un gran desgaste en poco tiempo de operación, lo que obligó al cliente a realizar cuatro o cinco cambios en un año.
“Tenemos algunos transportadores de tipo alimentador que requerían cambios recurrentes. La empresa instalaba una correa y a los dos o tres meses ya había que cambiarla. Después de hacer revisiones técnicas, decidí buscar a Correas Mercurio en la búsqueda de una solución a nuestro problema”, relata Manoel Cosme, entonces Inspector de Equipamiento de la Unidad.
Ante este desafío, que acarreaba un serio cuello de botella en la producción, además de constantes gastos, se contactó a Correas Mercurio para ayudar a encontrar la mejor solución para el caso y Oséias Neves Boaventura, entonces responsable de la Atención Comercial de Yara, entró en escena. Había sido dado el puntapié inicial para una alianza que, en poco tiempo, rendiría excelentes resultados.
Diagnóstico de correas Mercurio
Al analizar el escenario, se encontraron factores determinantes que podrían provocar el rápido desgaste de las correas transportadoras.
En primer lugar, el tipo de material transportado: fertilizantes fosfatados con un alto grado de abrasión. Además, como es un transportador de dosificación, la correa transportadora trabajaba a baja velocidad y también tenía un alto impacto del chute de alimentación, una parte integral del transportador que tiene el propósito de recibir el material transportado y dirigirlo correctamente a la correa.
Todas estas características combinadas dieron como resultado una gran agresividad a la correa.
Con esta información se diagnosticó la necesidad de una correa transportadora con una nueva especificación, la cual presentara una cobertura mucho más reforzada. “Nuestra sugerencia fue reemplazar la correa por una de Mercurio con cubierta XEAS (Extra Súper Abrasión), ciertamente más adecuada para situaciones de alta abrasividad, como la del caso”, recuerda Oséias.
Asimismo, para complementar, se sugirió un aumento en el grosor de la correa de 3/16” a 1/4” en la cubierta superior y de 1/16” a 1/8” en la cubierta inferior.
Con las nuevas especificaciones, el objetivo inicial era duplicar la vida útil de la correa. Así, en lugar de cuatro cambios anuales, en promedio, el cliente tendría que cambiar sólo dos veces al año, lo que supondría ya una gran evolución.
Correas transportadoras instaladas y en funcionamento
La sugerencia fue rápidamente aceptada por Yara. “Una semana antes de la fecha acordada para el cambio y para el inicio de los trabajos de la nueva correa, a fines de mayo de 2019, la correa en operación se rompió. Con eso, anticipamos la instalación de la nueva correa de Mercurio y empezamos a monitorear su desempeño”, recuerda Cosme.
A partir de entonces, en visitas programadas cada dos meses, Oséias y Correas Mercurio, junto con el cliente, monitoreaban el desempeño de la nueva correa.
En la primera inspección ya se notaron mejoras. Por ejemplo, a diferencia de la anterior, que en estos dos meses ya presentaba grandes signos de deterioro, con desgaste e incluso aparentes rasgaduras, la nueva correa estaba prácticamente intacto, demostrando que pasaría la prueba, pudiendo completar con creces el periodo inicialmente previsto de 6 meses.
Vida útil 12 veces más extensa
Rápidamente se percibió el impacto positivo de la nueva inversión, ya que además de ahorrar en el reemplazo de correas transportadoras, la reducción de los tiempos muertos en el parque productivo, requeridos para cada reemplazo, aumentó sustancialmente el rendimiento de la operación.
Solo una empresa con un equipo de expertos en correas transportadoras reconocido por el mercado y un conocimiento profundo de las implicaciones en la aplicación puede ofrecer este nivel de servicio.
Gracias al buen desempeño inicial, el cliente pasó a encomendar otras correas para la Unidad Yara en Rio Grande y, en poco tiempo, las correas transportadoras de Mercurio con cubierta especial y resistencia a la alta abrasión comenzaron a ser instaladas en toda la fábrica.
“La expansión resultó inevitable. Estamos hablando de correas de alimentación que, en cada interrupción, requieren la parada de toda la producción”, remarca Cosme. Según él, la Unidad Rio Grande tiene aproximadamente dos decenas de kilómetros de correas transportadoras. De este total, la mayor parte ya es aportada por Correas Mercurio. “En solo 8 meses, nos hicimos cargo del suministro de alrededor de cien correas al cliente. Un excelente resultado que demuestra el éxito de esta nueva alianza” celebra Oséias.
Actualmente, las correas suministradas por Mercurio ya están en funcionamiento, no solo en el parque de la Unidad RIG1, sino también en la denominada Fábrica Nova, en el sector de granulación y en el muelle de descarga.
Yara fertilizantes y correas Mercury: Una Alianza más allá de los negocios
También por iniciativa de Manoel Cosme -ya ascendido a Superintendente de Mantenimiento de la Unidad- y con el apoyo de Correas Mercurio, se llevó a cabo en agosto de 2019 el Taller “Mejores Prácticas de Operación y Mantenimiento en Correas Transportadoras”.
El evento tuvo como objetivo reunir a varios fabricantes y empleados de las áreas de operación, mantenimiento, depósito, inspección y programación, para mostrar los cuidados que se deben tener en el día a día, además de presentar productos, servicios y soluciones disponibles en el mercado, con el fin de garantizar el mejor desempeño de la operación de equipos.
Una acción considerada estratégica para asegurar el mejor funcionamiento y resultados de los transportadores de la fábrica.
En la ocasión, Mercurio compartió su experiencia y mejores prácticas para la inspección y el mantenimiento de correas. Posteriormente, la información compartida durante el evento se convirtió en referencia para otras unidades de la empresa.
Mientras que los nuevos proyectos entre Mercurio y Yara Brasil ya están en marcha, la correa instalada en mayo de 2019, con una vida útil prevista inicialmente de 6 meses, continúa funcionando a todo vapor. De acuerdo con los seguimientos realizados por las dos empresas, la previsión fue actualizada a una vida útil de dos años, ¡24 meses por lo tanto! Una demostración indiscutible del acierto y la precisión en las especificaciones y cambios sugeridos por Mercurio, y adoptadas por Yara.
Soporte posventa y seguimiento técnico brindado por el equipo de Mercurio también son señalados como fundamentales en esta historia de éxito, según Cosme.
Una opinión de alguien que conoce a fondo el tema. “Yo digo que las correas transportadoras están en mi vida desde que nací. Mi padre, el Sr. Newton, comenzó a trabajar con correas transportadoras en 1974. Todavía mantiene su empresa de mantenimiento de correas. En otras palabras, es un tema que está en nuestra sangre. Por eso sé la importancia de hacer las inversiones adecuadas en los mejores equipos y de tener socios realmente comprometidos con excelentes resultados”, concluye.
